¡¡ VÁMONOS DE MARCHA !!
     Ángel Fraile de Pablo 

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    Un año antes de la publicación de la “Historia de Vallelado, Tierra de Cuéllar”, corría el año 1997, y como anticipo a ella, pensamos en dar una especie de caramelo a todos los que les gustaba y se interesaban por la historia del pueblo en que habían nacido. Siempre consideramos que la historia, aparte de fríos datos, tenía que ser dinámica, entretenida y accesible a todas las personas. Por estos y otros motivos, los autores de esta historia decidimos organizar una serie de marchas in situ para conocer los lugares que en un tiempo habían estado habitados, cercanos al actual emplazamiento de Vallelado. 

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      La idea consistía en realizar marchas andando por el término, visitando los lugares más importantes y representativos, aunque en muchos de los casos no quedara indicio visible de ellos, pero explicando a los acompañantes la importancia de aquel lugar en el cual nos encontrábamos, y haciendo todos un pequeño esfuerzo de imaginación, para trasladarnos a aquellos siglos en que se encontraban ocupados por viviendas, corrales, huertas, ganado… y por personas como nosotros, muchos de ellos antepasados directos nuestros. En algún caso todavía quedaba algún resto de edificación o trozos de tejas y cerámicas, que atestiguaban la antigua ocupación. 
      Esta historia palpable sobre el terreno tuvo, y aún tiene, una buena respuesta por parte de todos los que nos acompañan año tras año, creándose un vínculo de relación y “buen rollo”, como denominan ahora los jóvenes, que junto con el deseo de saber y conocer más sobre la historia de nuestro entorno, nos proporciona una gran satisfacción, tanto a los que organizamos estas marchas, como a todos los que se suman a ellas, cuyo número cada año va en aumento.
      La primera marcha, como ya hemos indicado antes, fue en el mes de septiembre de 1997, un poco antes de celebrarse la fiesta grande de Vallelado. Elegimos un título para ella, que denominamos “I Marcha por la ruta de los despoblados”. Partimos de la Plaza Mayor, haciendo una primera parada en el “Cantón de Torre”, punto importante, pues en su tiempo indicaba el límite del término del pueblo de Torre con el de Vallelado; un poco más adelante nos detuvimos en el lugar donde estuvo ubicado el pequeño pueblo de Torre, llamado en sus orígenes “Torre de Don Velasco”. Llegamos hasta las orillas del río Cega, y allí seguimos con la explicación, dando cuenta de la trascendencia que tuvo un desaparecido puente, del que todavía perviven restos de los antiguos pilares, vital en tiempos medievales, cuando eran escasos; hoy, todo el mundo lo conoce como “La puente Caída”. A unos metros de este puente, observamos una pequeña elevación del terreno, en pleno pinar, pero libre de pinos, donde estuvo situado el pueblo de “Cardedal”. 
      Sin prisa, pero sin pausa, llegamos a las ruinas del “molino de Minguela” y al puente de piedra. Naturalmente que las marchas tienen un fin didáctico, pero también de relación y armonía entre todos los acompañantes, por lo que allí mismo, junto a los pilares de este viejo puente, a la sombra de los chopos y celgueras, con el suave y agradable sonido del agua, merendamos y tomamos un tentempié, cada cual lo que quiso, pues una de las normas era que cada uno se ocupaba de su propia merienda.
  Una vez que refrescamos los cansados pies en las aguas del río Cega, continuamos por el pinar, siguiendo el caz del molino, hasta llegar a la pesquera que embalsa las aguas, situada a unos 800 metros de éste. Esta bonita pesquera, construida con grandes sillares de  piedra labrada, data del siglo XVI. Después de las preceptivas fotos seguimos adelante, finalizando en el despoblado de “Óvilo”, pueblo desaparecido a mediados del siglo XVII. 
      Es cierto que con el tiempo no hay quien se ponga, pero hemos tenido mucha suerte, pues todas las marchas han podido celebrarse, a veces no sin cierto temor, sobre todo a la lluvia; el calor ha sido habitual en la mayoría de ellas, más si pensamos que la salida se realiza a las 4 de la tarde; pero con agua para refrescarse y un buen sombrero, no hay nada que temer.
      En sucesivos años seguimos visitando otros lugares de interés, dentro del término de Vallelado, pero vimos que era necesario recorrer también los pueblos vecinos, con los que la relación ha sido estrecha a lo largo de los siglos, por lo cual visitamos el lugar donde se encontraba el convento agustino del Pino, junto al río Cega, dentro del llamado “pinar del convento”, en Mata de Cuéllar. De este cenobio, que tuvo gran relevancia durante muchos siglos en toda la comarca, no existen casi evidencias; sólo un antiguo palomar semi derruido, que era propiedad de aquellos monjes; terminamos visitando la ermita del Santo Cristo del Amparo y la iglesia de Mata de Cuéllar.

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      No voy a detallar todas las marchas que hemos realizado, pero también hemos visitado San Cristóbal de Cuéllar, Torregutiérrez, San Miguel del Arroyo, Viloria, Chañe y Arroyo de Cuéllar, todos estos pueblos cercanos al de Vallelado, la mayoría formando límite con su término. Pero aún tuvimos que ir más lejos para ampliar nuestros conocimientos históricos,  y en los últimos años hemos estado en Cogeces de Íscar, Megeces y Pedrajas de San Esteban. Esta última marcha tuvo lugar en 2007, pero no era posible realizarla completamente a pie, pues dista de Vallelado unos 15 Km. Nuestra idea era visitar la ermita de Nuestra Señora de Sacedón, a unos 3 kilómetros de Pedrajas. Viajamos hasta allí en vehículos y comenzamos con la explicación por parte de Carlos Arranz Santos, como buen conocedor de la zona e historiador,  de la Virgen de Sacedón, patrona de Pedrajas. Esta ermita se encuentra junto al río Eresma. Personalmente pienso que es una de las marchas a destacar, y creo que ha sido un sentir general por parte de los que fuimos, tanto vecinos de Vallelado como del mismo Pedrajas. Casi todo el recorrido fue por el cauce del río Eresma, que pasa junto a la ermita. Con bañador o pantalón corto y unas zapatillas o sandalias de agua, disfrutamos del frescor y verdor del paisaje, deteniéndolos en los restos del antiguo batán y molino del “Chorlito”. Río abajo, continuamos hasta el puente de Vadalba. En esta ocasión nos juntamos 62 personas, amantes del paseo, de la naturaleza y del conocimiento. 
      En Viloria visitamos entre otras cosas, la antigua fábrica de harinas de “Santa Ana”, que amablemente nos mostró su propietario Argimiro, cuya maquinaria se encuentra en perfecto estado desde que dejó de moler. 
      En el año 2004 nos acercamos hasta el vecino pueblo de Chañe, visitando la iglesia y las ermitas del Santo Cristo y San Antonio. De vuelta para casa, llegando al molino de Minguela y en pleno pinar nos sorprendió una tormenta con fuerte aparato eléctrico, del que se dice que es muy peligroso en el pinar, por lo que amigos y familiares nos fueron a buscar con vehículos particulares para llevarnos hasta Vallelado.
      En 2006 teníamos programada una marcha al bonito paraje de “La fuente del Valle”, en Mata de Cuéllar, cuyo monte pertenece a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. En el momento de la salida comenzó a llover y después de esperar un buen rato tuvimos que desistir  y aplazar la marcha. El día 23 de septiembre] volvimos a intentar realizarla y también comenzó a llover, pero esperamos con paciencia durante una hora. Cuando muchos de los acompañantes ya se habían marchado, los que quedamos, en vista de que por el poniente empezaba a despejarse, decidimos ir en coches hasta Mata de Cuéllar y desde allí subir andando hasta el llamado “mirador del mar de pinares”. Disfrutamos de una tarde primaveral, en un lugar privilegiado y con unas vistas maravillosas de la Tierra de Pinares. 

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      Ya son 12 años los que venimos realizando estos paseos por Vallelado y los pueblos de los alrededores. En este año de 2009 celebraremos la decimotercera marcha, que coincidirá con la que realizamos en 1997, visitando los despoblados de Torre y Cardedal, la puente Caída y el molino de Minguela. Esta marcha se realizará, Dios mediante, el domingo día 6 de septiembre. Partiremos de la Plaza Mayor de Vallelado a las 4 de la tarde, si el tiempo no lo impide. Esperamos a todos los que nos acompañaron en años anteriores y a aquellos que no realizaron esta primera marcha. Por supuesto que invitamos a todos aquellos que todavía no nos han acompañado, pues seguro que pasaremos una agradable tarde de convivencia. Que nadie olvide un tentempié, calzado cómodo para caminar, un sombrero y algo fresquito para el camino. 


Bienvenidos a Vallelado (Segovia)


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