SAN CRISTÓBAL DE CUÉLLAR
Santa Bárbara bendita
...una antigua tradición en pleno siglo XXI
Ángel Fraile de Pablo

La celebración de la festividad de Santa Bárbara en el pueblo de San Cristóbal de Cuéllar, año tras año, hasta nuestros días, no tendría nada de extraño, si no fuera porque el espíritu de la fundadora de esta memoria, tuvo su sentido en los tiempos de su fundación quizás en el siglo XV o XVI.

Nuestros antepasados invocaban a Santa Bárbara para que les librara de las tormentas y de los rayos, e incluso en muchas iglesias bautizaban alguna de las campanas con el nombre de Bárbara, haciéndola sonar, cuando existía peligro de tormenta, para que ésta se alejara.

Cada 4 de diciembre y fieles a la tradición, los vecinos de San Cristóbal se disponen a celebrar esta tradición que fundara Marina Sanz, para beneficio de los pobres, tan frecuentes en épocas pasadas.

Cuenta esta tradición que Marina, vivía en el vecino pueblo de Casarejos - que se situaba junto a la vela de San Cristóbal, y del que hoy sólo quedan como testigos, parte de los muros de su antigua iglesia - y que “todos los días venía Marina Sanz a oír misa a la iglesia de San Cristóbal, montada en un caballo blanco”.

En su testamento, dejó escrito que todos los años, el día de Santa Bárbara, 4 de diciembre, se celebrase un funeral por su el eterno descanso de su alma, y a todos aquellos que acudiesen se les diera caridad de..."quarenta fanegas de trigo cozido y diez y seis reales en quatro cántaras de vino entre los asistentes". ......para lo cual dejó al concejo una viña para beneficio de esta fundación.

 

El ayuntamiento cada 5 años subasta la parcela por el método de pliego cerrado, dando ésta al mejor postor, que se encargará de pagar la cantidad acordada. Todo esto se realiza la víspera de la festividad de la Santa.

El día de Santa Bárbara, por la mañana se celebra misa por la benefactora, acudiendo el pueblo y el ayuntamiento en pleno. Cuando llega el pan al ayuntamiento, el alguacil da un bando por todo el pueblo para que cada familia vaya a recoger las raciones que le corresponde (un pan por cada uno de la familia) .

Desde tiempo inmemorial, en este día, los componentes del ayuntamiento así como los funcionarios, degustan en el salón del ayuntamiento un buen asado de lechazo, tan típico en estas tierras.

Por la tarde en el salón del antiguo ayuntamiento se reúnen todos los hombres para dar cuenta del sabroso escabeche. Aunque no está prohibida la entrada a las mujeres en esta reunión , es raro que acudan, porque desde siempre la costumbre ha impuesto esta norma. Después de regar con vino de la tierra todas estas viandas se toman de postre los típicos cacahuetes, todo ello en buena armonía.

Desde siempre ha existido la costumbre de repartir una cuartilla de pan a todos los visitantes que por allí pasaban el día de Santa Bárbara, así como a los niños que venían del vecino pueblo de Vallelado, que subían andando por la tarde después de salir del colegio, yendo de vuelta a casa saltando de contentos con su panecillo.

Además de abonar la renta estipulada, que actualmente es de 473 € , para los gastos del pan y del refresco, el rentero tiene que pagar, el vino, los cacahuetes, y los derechos de misa del sacerdote.

En la última festividad, del año 2002, se repartieron 245 panes entre las familias y 230 panecillos o cuartillas, generalmente entre los niños del pueblo y los que subieron de Vallelado.

Es importante que se mantenga esta bonita tradición que tan arraigada está entre sus vecinos y que quizás cuente con más de 400 años de antigüedad, deseando que las futuras generaciones de S. Cristóbal celebren esta fiesta como lo antes lo hicieran sus antepasados durante tantos años.


Bienvenidos a Vallelado (Segovia)


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