Este año, en la marcha a pie se ha ido un poco más lejos y hemos decidido conocer la historia y los alrededores de la ermita de Sacedón, en Pedrajas de San Esteban. En coches particulares salimos desde la plaza de Vallelado sobre las 4 de la tarde, y nos dirigimos hasta la Ermita de Sacedón, que está a dos o tres kilómetros del pueblo de Pedrajas. Allí nos estaba esperando Carlos, con tres vecinos más de Pedrajas que tuvieron la amabilidad de acompañarnos en todo el recorrido que hicimos. En la misma ermita, Carlos nos explicó la historia del lugar para luego bajar hasta la fuente, donde estuvo situada la antigua ermita, para después dirigirnos por el pinar hasta el lugar conocido como "Las cuatro rayas", por ser un punto en el que se juntan los términos de Pedrajas, despoblado de Villanueva, y término actual de Iscar, despoblado de Castrejón que está dentro del término de Villaverde de Iscar y el despoblado de Ordoño que es término de Aguasal. A continuación bajamos hasta el río Eresma, caminando por el mismo curso del río y con el agua hasta las rodillas; algún niño de los que nos acompañaban se pegó un buen chapuzón. Disfrutando de la vegetación y fresquitos llegamos hasta el molino del "Chorlito" donde todavía se pueden ver algunas ruinas del antiguo molino y batán. Desandamos un poco el camino volvimos de nuevo al río y siguiendo el curso del agua llegamos hasta el puente de Vadalva, situado en la carretera que se dirige a Olmedo. Pasamos por debajo del puente nuevo, que está junto al antiguo que es de piedra de sillería y saliendo del río y cruzamos este último, y fuimos por la margen derecha del río hasta el lugar que se conoce como "El batán" del que no existen prácticamente restos, y que aunque pertenece al término municipal de Olmedo los pedrajeros tienen como suyo. Este Batán tuvo gran importancia en sus tiempos pues allí se lavaban y batían los paños, de los distintos pueblos de la zona perteneciendo durante muchos años a los mojes del monasterio de "La Mejorada". Nos dirigimos por el camino Real de Segovia a Valladolid, hasta llegar de nuevo a la ermita. Una magnífica tarde de la que disfrutamos 62 personas, 58 venidas desde Vallelado y el resto de Pedrajas. Carlos, como buen maestro, nos enseñó un poco de la historia del los lugares que visitamos. Todo un record de participación. La marcha, mereció la pena, creo yo. Una buena costumbre a la que no queremos renunciar y que esperamos repetir en años posteriores.
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