XVIII FESTIVAL FOLCLÓRICO DEL AJO 
(pica en el enlace)

La producción del ajo, a gran escala, ese producto picante y de olor fuerte, que tanto juego da en la cocina, y que cual cabeza, dispone de cuello, largas barbas y unos dientes blancos, ha hecho que Vallelado sea conocido dentro de nuestra comarca, e incluso por gran parte de España.

Desde antiguo se cultivaban ajos en los numerosos huertos que había distribuidos por todo el pueblo, rodeados de cercas de piedra para que no pudiesen entrar en ellos los animales. Naturalmente que estos ajos de olor y sabor intensos, son primordiales para conservar las matanzas caseras que se siguen haciendo en muchos hogares al igual que lo hacían nuestros abuelos.

En los años 50 y 60 del pasado siglo XX, aumenta la producción de forma considerable y se amplía el mercado a nivel nacional y fuera de nuestras fronteras. Las mejores tierras eran utilizadas para este cultivo. En la época de siembra, en pleno invierno, se necesitaba una gran cantidad de mano de obra, tanto para desgranar las cabezas, con los mejores dientes, como para sembrar uno a uno y diente por diente las numerosas parcelas, todo ello en un tiempo crudo y desapacible. En este proceso al igual que cuando se recogía la cosecha, se empleaba toda la familia, desde que amanecía hasta la postura del sol.

De 6 a 7 meses son necesarios para que el ajo esté curado y listo para su recogida y venta. En pleno mes de julio, cuando las calores aprietan, al amanecer, se comienza la recolección y selección atándolos en manojos o manadas, como aquí se conoce; previamente se separa la flor (las cabezas que tienen los mejores dientes), que servirán de semilla para la siguiente campaña; tras un periodo de secado en grandes naves que estén bien aireadas, el ajo está listo para su comercialización o para almacenarlo y que se conserve hasta la primavera siguiente. Desde hace unos años, la maquinaría ha hecho acto de presencia en todos los procesos, y aunque el trabajo es menor, disminuye la calidad y cantidad del producto, así como su peor selección y clasificación para la venta. Modernamente se almacena en cámaras frigoríficas a 4 grados bajo cero para que el ajo aguante en buenas condiciones hasta que vengan los de la siguiente campaña

Con el paso de los años el terreno utilizado para este cultivo, se empobrece y el producto baja en calidad, siendo más proclive a enfermedades, por lo que tienen que rotar los cultivos y buscar terrenos vírgenes, empezando a cultivarse ajos fuera del propio término, sobre todo en la zona de Cuéllar, donde no existía esta tradición; esto ha traído consigo un mayor coste de producción, pues las parcelas, cogidas en régimen de arrendamiento, adquieren un valor elevado, y a cuyo gasto tiene que hacer frente el productor La gran variación de precios de unas campañas y otras hace que no esté asegurado el rendimiento, por lo cual muchos años se han tenido que tirar miles de kilos por su falta de venta, al ser un producto perecedero.

En los últimos años, la evolución de los mercados ha hecho que algunos agricultores, comercialicen y envasen el producto para su venta directa, eliminando intermediarios que encarecían el producto, y cuyo beneficiado no era precisamente el agricultor. Llegada la primavera, brotan los "ajetes", un manjar exquisito que saborean propios y visitantes y que aflora en las tierras que el año anterior estuvieron de ajos y que se pueden degustar en el Bar Vicente, y Bar Barruelo.

Desde el año 1.996 el ajo autóctono de Vallelado, tiene su nombre propio y está inscrito para su comercialización como "Blancomor de Vallelado".

La importancia de este tradicional cultivo, ha hecho que se celebre en Vallelado a principios del mes de julio, desde hace ya 15 años, coincidiendo con la festividad de Santo Tomás Apóstol, patrono de Vallelado, el "Festival Folclórico del Ajo", organizado por el grupo de danzas local, "Bieldo" con una gran calidad, al que acuden invitados, grupos de otras regiones de la península e incluso de países vecinos como Francia y Portugal. Este día, Vallelado se viste de fiesta para contemplar en la plaza mayor un festival alegre y lleno de colorido, con nuestras mejores raíces.

Un buen momento para visitar Vallelado será la próxima edición del festival del ajo, que se celebrará a principio del mes de julio, en la plaza Mayor, y que disfrutaremos con los bailes y canciones de nuestra tierra, así como de los lugares de los grupos que nos visitarán; a buen seguro que no se aburrirán.