Revista “La Villa”

DATOS Y CURIOSIDADES SOBRE 
LA DESPOBLACIÓN DE TORRE

Ángel Fraile de Pablo

El día 18 de febrero de este año de 2009, se han cumplido 244 años, de la desaparición oficial del pueblo de Torre (citado en su primera referencia escrita como Torre de D. Velasco)

Ya no existen en la zona donde estuvo el núcleo urbano, ningún vestigio que atestigüe su existencia, como máximo algún trozo de teja o piedras que dan testimonio de las antiguas casas o construcciones que formaban este pequeño lugar. A modo de prueba sigue en pie y bien conservado el llamado "Cantón de Torre", fiel testigo a través de los siglos, y referencia del límite del antiguo término de Torre, con la vela de Vallelado. Lo que si que nos ha llegado, es la tradición y la memoria que nos han trasmitido las personas mayores de Vallelado a lo largo de generaciones. Nombres como:…"Cantón de Torre", "Humilladero de Torre", "Laguna de Torre", "Prado de Torre", " Ejidos de Torre", "Eras de Torre"… que aún hoy nombran los agricultores para referirse a los distintos pagos donde se sitúan sus tierras de labor y que anteriormente eran propiedad de las gentes de Torre. No es mi pretensión dar una retahíla de datos y fechas del desaparecido pueblo, sino citar algunos aspectos de la historia que marcaron la vida de las personas que allí vivieron.

De los cinco despoblados que sabemos que hubo, dentro de lo que hoy es el término de Vallelado, Torre es el más antiguo. Ya existía en el año 1093. A lo largo de los años, o más bien de los siglos, núcleos cercanos a Torre, desaparecieron como consecuencia de las calamidades, que por entonces eran demasiado frecuentes: Malas cosechas, hambre, epidemias…Se borraron del mapa Ruy de Manzano, situado en las confluencias del los términos de Chañe y Arroyo de Cuéllar. Nuño Gómez, junto a Chañe. Valarto en la zona norte de Vallelado, Óvilo en la parte éste. Cardedal junto al antiguo puente del mismo nombre cercano a Torre. Todos estos pueblos fueron abandonados y sus últimos habitantes pasaron a vivir a los pueblos cercanos, como Arroyo de Cuéllar, Chañe, Torre y Vallelado. Torre superó las grandes dificultades, y aguantó hasta casi finales del siglo XVIII.

El término de Torre, muy cerca del río Cega, poseía un molino harinero, tan necesario e importante en aquellos años, para la subsistencia. También tenía un gran puente con el que poder salvar el río Cega para poder pasar mercancías bien para su venta o para las necesidades del día a día; un puente que daba servicio a una amplia comarca. Hasta el siglo XV, existió el puente de Cardedal, de gran utilidad por aquellos siglos, ya que no existía ninguno en muchos kilómetros (el puente del Pino, cercano a Mata de Cuéllar es muy posterior a éste). Ahora disponemos de gran cantidad de puentes en nuestros ríos, pero en la Edad Media, los pocos que había eran considerados de un gran importancia estratégica.

A principio del siglo XV el concejo de Torre se interesa por la reparación de este puente de Cardedal, que había sido destruido por las grandes avenidas, unos años antes. Posiblemente el puente se repararía y siguió dando servicio durante muchos años, pero definitivamente se hundió quizás a finales del siglo XVII, pues cuenta el padre Ibáñez en su "Historia de la Virgen del Henar", que este puente se hundió después de pasar por él un fraile agustino que se dirigía al cercano convento del Pino, y que este salvó la vida milagrosamente encomendándose a la Virgen del Henar: "El Reverendo Padre fray Álvaro Osorio, Agustino Calzado, andando visitando su Provincia por los años de 1689, al pasar un puente del Cega, llamado el Puente de Torres, por donde le era preciso pasar para llegar al Convento suyo del Pino y hallándolo con poca firmeza, temió el tránsito; mas volviéndose a la Virgen Santísima del Henar, recibió aliento y entró, y apenas lo pasó, cuando de repente se hundió todo a vista de los que le acompañaban. Quedaron todos admirados y reconociendo la merced de Nuestra Señora del Henar"…

 

Este puente, nombrado en este documento como "Puente de Torres", sería el que hoy conocemos como "La Puente caída", del que ya sólo quedan los restos de los antiguos pilares, hechos con piedra y cal.

Mediado el siglo XVIII, pocos años antes de desaparecer Torre, los vecinos ya se quejan de las grandes dificultades que tienen para subsistir. De las 7 casas que quedaban en pie, solo 5 eran habitables. La casa del concejo, o ayuntamiento se encontraba en ruina, y sólo había, como vecinos, 8 labradores, junto con 3 jornaleros y el molinero del molino de Minguela.

El terreno donde se situaba el pueblo, era un terreno insano y muy húmedo, con gran cantidad de lagunas, y prados que se inundaban. Esta humedad fue una de las causas principales de su despoblación según declaración de los propios vecinos.

La relación entre Torre y Vallelado, suponemos que sería fluida como es de suponer en pueblos cercanos y limítrofes. La ermita del humilladero de Torre, poseía un Santo Cristo, "Santo Cristo del Amparo" al que tenían gran devoción los vecinos de Vallelado, donde acudían con gran devoción a poner velas. Hace no muchos años Bernardo Muñoz nos hablaba de esta devoción, que había oído de boca de sus abuelos y que invocaban en épocas de sequía…"agua te pedimos, Santo Cristo del Amparo…" y todavía nos recordaba Bernardo, que sus abuelos habían conocido a una anciana que habitaba en Vallelado y que todos conocían como la "Tía Torrenta", por ser descendiente de Torre

En repetidas ocasiones, a mediados del siglo XVIII los pocos vecinos que aún quedaban en Torre se encontraban en una situación muy comprometida, como ya hemos señalado, por lo que piden permiso al Duque de Alburquerque para poder agregarse a Vallelado. Por fin en el año 1765 les conceden dicho permiso, y acuerdan mediante un documento escrito su unión a Vallelado.

En dicho documento, ambos pueblos, expresan su voluntad de unión… "la justizia, conzejo y vezinos deste lugar de Vallelado, jurisdizión de la villa de Cuéllar, estando juntos y congregados en conzejo público a son de campana tañida segun lo tenemos de uso y costumbre, con abiso de la noche antezedente y espezialmente allándonos presentes Bernardo Gómez, alcalde deste dicho lugar, Antonio Martín Pablo, rexidor de él, Antonio González, Antonio Fraile …..

Por parte de los vecinos de Torre, firman el documento, Félix Álbaro, Antonio Pastor como molinero del molino de Minguela, y como alcalde Apolinario Velasco. Se da la circunstancia que ninguno de los tres sabía leer ni escribir, según manifiestan, por lo que no pueden llevar las cuentas del propio municipio, y por lo que se les origina grandes perjuicios a la hora de dar cumplimiento a los mandatos oficiales. Como ya hemos indicado el pueblo se sitúa entre bodones y lagunas, y declaran que las pocas casas que quedaban en pie están a punto de hundirse por la humedad que las rodea, por lo que nadie quiere levantarlas y no hay gente que quiera ir a vivir debido a la mala situación y el peligro de enfermedades… "por cuyos mottivos y deseando evitarlos y vibir con armonía, unión y paz con los referidos vezinos deste dicho lugar de Vallelado, han solizittado la referida junta y unión de ambos conzejos para que en adelante se gozen los propios, rentas y efecttos de comunidad los vezinos de ambos pueblos, teniendo siempre la nominazión, jurisdizión y gobierno de uno y ottro la justizia de Vallelado, a donde se inttenttan venir a vibir y residir por las razones referidas, como también por ser como es el más inmediatto al referido Torre…"

 

El alcalde de Torre, solicita se le facilite un terreno concejil en Vallelado donde construir una casa para vivir con su familia y ganados, para lo cual el concejo y vecinos de Vallelado deben ayudarle a trasladar los materiales de las dos casas que posee en Torre, para poder construir la suya en Vallelado, todo ello sin pedirle cosa alguna a cambio. No conocemos el lugar donde construiría dicha vivienda en Vallelado, pero quizás fuera una casa que actualmente se levanta en la Calle Constantino Arranz nº 35, propiedad de Gregorio y Benedicta, donde se encuentra una antigua puerta de madera en una de las salas; esta puerta tiene con gran cruz en medio y que todo el mundo conoce como la puerta de la sacristía de la iglesia de Torre. Esta casa es una de las más antiguas que aun quedan en pie en Vallelado, y que puede datar de la época en que se despuebla Torre, que podía ser dónde se instaló el alcalde, Apolinario Velasco con su familia.

A partir de este año de 1765, se abandona Torre y las pertenencias de la iglesia, los ornamentos y demás enseres de valor, se depositan provisionalmente en la iglesia de San Cristóbal. D. Martín de Villacastín, cura hasta entonces de Torre, pasa a vivir a San Cristóbal.

Durante muchos años la iglesia de Vallelado, se disputa las propiedades y pertenencias de la iglesia de Torre, junto con la iglesia de S. Esteban de San Miguel del Arroyo. Al final el tribunal eclesiástico falla a favor de la iglesia de San Esteban.

Sabemos que una de las campanas de la antigua iglesia de Torre se colocó en la Torre de la iglesia de San Cristóbal, pero de las demás cosas no tenemos noticias ciertas, tan sólo las tradiciones orales que hemos heredado de boca de nuestros antepasados: Cuentan los vecinos de Mata de Cuéllar, que Vallelado se llevó las tierras que tenía la fábrica de la iglesia de Torre, y que a Mata les dieron el Santo Cristo del Amparo del que hemos hablado antes, al que se tenía gran devoción en los pueblos de alrededor.

La necesidad de siglos pasados hizo que muchas personas tuvieran que abandonar sus pueblos junto con sus tierras y pertenencias y pasarse a vivir a otros cercanos.. Durante el siglo XVII, desaparecieron en toda la zona de Cuéllar al menos 20 pequeños pueblos. Ya hemos comprobado que sólo en el actual término de Vallelado, tenemos noticia de 5 lugares que estuvieron habitados. Las crisis de antaño, poco tienen que ver con lo que ahora conocemos como crisis. Los tiempos han cambiado, afortunadamente para mejor.


Bienvenidos a Vallelado (Segovia)


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