FUENTES, ARROYOS Y MANANTIALES DE VALLELADO
Ángel Fraile de Pablo

Basta con echar un vistazo a lo largo de nuestro término para darnos cuenta de la gran transformación que se ha originado en el paisaje; los más mayores, han conocido, antes de realizarse la Concentración Parcelaria, que la gran mayoría de las tierras estaban rodeadas por caces, cuya utilidad consistía en sanear el terreno para que pudiera cultivarse; incluso en pleno verano corría el agua por ellos, sobre todo en las zonas más bajas donde las capas del terreno eran impermeables; estos caces estaban intercomunicados entre si y desembocaban en algún arroyuelo que vertía sus aguas al río Cega. Hoy en día parece que no son tan necesarios y han sido borrados en su gran mayoría; en los largos y calurosos veranos alegraban nuestros oídos el croar de multitud de ranas, en caces, lagunas y charcas.
Las precipitaciones, sobre todo las invernales, hacían que llegando la primavera , se formasen pequeños arroyos o regatos que bajaban desde la parte alta de cerros y laderas, formando pequeñas fuentes, donde los labradores refrescaban y mataban la sed en los tórridos veranos. 
La fuente de “Valarto” nacía, cerca del despoblado del mismo nombre y bajaba junto al camino de Mata a Viloría formando el arroyo de Valdelacasa, pasando por Matamoros, más tarde toma el nombre de Pedorrero, y continuando cruzaba la carretera que va de Cuellar a Olmedo y desembocaba en el río Cega por el pago de Cancega. La fuente de Valconejero se forma en dicho término, muy cerca de la cotera de San Miguel del Arroyo, casi en pleno cerro; en el mes de enero de 1998 tras un otoño generoso, volvimos a disfrutar y ver como manaba esta fuente y como resurgían antiguas lagunas y navazos, especialmente entre Torre y la Mata. Los nombres de Cazarrubio, La Cuadra, Valarto, el Jardín, Valsornil, Cazarrubio, la Talanquera y Valdelafuente, Fuente de los Pastores son otros lugares donde existieron fuentes. La laguna de las Gansas, del Hoyo, Cancega, Tierra del Buey, del Rollo, del Álamo,... nos dan cuenta de otros puntos, donde el agua era abundante.

Quien no ha oído hablar de ”La fuente del Tío Fermín” junto al puente de Minguela donde una teja recogía un fino chorro de agua fresco y saludable que nacía en la margen izquierda del río junto a las raíces de los pinos, en unos tiempos en que no se conocían esos artilugios que llamamos frigoríficos.
Estas fuentes eran consideradas y valoradas en su justa medida por todos los habitantes, pues cada año, se hacían obradizas, con la colaboración vecinal para reparar y limpiar las fuentes, así como para ...” mondar arroyos y regaderas”
El arroyo que cruza el pueblo, aunque hoy se encuentra canalizado, nace en el término de Torregutiérrez, al pie de la carretera que lleva a Cuéllar en el lugar conocido como “Gacesa” y se dirige hasta el horcajo cruzando la carretera por un puente y llega a San Cristóbal; en su camino hacia Vallelado, y antes de llegar vuelve a cruzar dicha carretera para entrar en nuestro término y luego en el casco urbano por el barrio del Barruelo; una vez que sale del pueblo, cruza de nuevo la carretera, dirigiéndose a Mata de Cuéllar por el mediodía y desembocando en el río Cega..
La conocida “Arroyada”, hoy seca, nace junto a la casa de la “Obra Pía” cerca del antiguo poblado de Ruy de Manzano, y continua por el pinar en dirección este - oeste, y después de cruzar la carretera que va desde Vallelado a Chañe, se dirige al río Cega desembocando por su margen izquierda.

En el año 1954, hubo problemas de abastecimiento público de agua cuando aún había que ir con los cántaros a la única fuente que había en el Barruelo, por lo que el ayuntamiento, tuvo que hacer un pozo en el pago conocido como “donde nace el agua”, para poder surtir a la fuente, que tenía un caudal muy escaso para el consumo de todo el pueblo. También era necesario la construcción de un depósito elevado para que el agua llegara con cierta presión; hasta entonces el agua venía canalizada en parte de su recorrido, hasta llegar a la fuente. En la misma fuente existía un pilón para el abrevadero de los distintos ganados. Unos años más tarde, se construyeron más fuentes para distribuirlas por distintos lugares en el casco urbano: Una de ellas estaba en el Barruelo, otra en el cruce de las cuatro calles y otra en la calle Moral. En los año 60 del pasado siglo, se hizo una gran obra, con una utilidad desconocida para los tiempos que corrían, pues se canalizó el agua de consumo, introduciéndolo a las viviendas; esto supuso una gran mejora para todos los vecinos, por lo que las fuentes ya no eran imprescindibles. Esta obra la pudo acometer el ayuntamiento en unos tiempos en los que éste ingresaba mucho dinero procedente de los pinares y las resinas, cosa que no ocurre hoy en día. En los años 70 el pozo que surtía al depósito de agua, fue mermando su caudal y hubo que hacer nuevas prospecciones, y mediante electro bombas subir el agua hasta el depósito, con lo cual se encarecía el servicio. Actualmente varios factores han hecho que hayamos tenido algún problema de abastecimiento, como ocurrió pocos años con la detección de arsénico en el agua de consumo, debido a la disminución del nivel freático; Las autoridades prohibieron utilizar este agua para bebida y se tuvo que abastecerse Vallelado con camiones cisternas; fue necesaria una obra millonaria para traer el agua canalizado, desde el río Eresma cerca de la localidad de Coca hasta el deposito; estas aguas son tratadas en la estación depuradora antes de distribuirlas por los distintos lugares.
Si el problema de la sequía persiste, al menos eso es lo que nos dan a entender nuestros políticos y los entendidos en el tema, tendremos que racionalizar el consumo del agua, con mucha imaginación y responsabilidad por parte de todos, pensando que es un bien limitado que tenemos que conservar el mayor tiempo posible y de la mejor manera.