Revista “La Villa”  Nº 6 – Enero- Febrero  2000

LAS “CIEGAS” DE VALLELADO, UNA DULCE TRADICIÓN
Ángel Fraile de Pablo

Hoy en día, en que casi todo se industrializa, y parece que  lo único que importa es el aspecto económico de las cosas, aún quedan pequeños placeres que la vida moderna afortunadamente no ha podido cambiar. Aún recuerdo cuando nuestras madres  se levantaban al amanecer para amasar y posteriormente cocer el pan en aquellos hornos, hechos de adobes de barro, y que por suerte aún se conservan en Vallelado multitud de ellos. Estos hornos se usan actualmente, durante ciertas épocas del año, para la elaboración de bollos y pastas, y fundamentalmente las conocidas Ciegas. Durante la cuaresma, todos los años, fieles a esta tradición, heredada  de nuestras abuelas, las mujeres de Vallelado preparan todo aquello que posteriormente será utilizado para la fabricar este sabroso dulce. Lo primero que se hace es calentar el horno, generalmente con ramera de los pinares de la zona, o con las manojeras o sarmientos, base fundamental para que las ciegas adquieran ese particular sabor. La manipulación de los ingredientes necesarios (huevos, harina, azúcar, canela, anís, aguardiente y aceite de oliva) hace que deba ser preparado por varias personas, encargándose cada una de ellas de una tarea diferente:  atizar el horno, batir los ingredientes y las claras de huevo para el baño, etc. Ya es tradicional que las hermanas, Fuencisla, Rosario Conchi y Juani, se reunan  para hacer los dulces que durante años hicieron sus abuelas. Esta labor pausada, supone mucho trabajo y paciencia, pues es un proceso lento, que requiere  que la masa se introduzca en el horno, al menos cuatro veces, hasta que están listas para degustar.  El olor característico de estos dulces se aprecia, incluso en plena calle cuando pasamos cerca de algún horno o cocedero donde se están preparando; es como si el ambiente se llenara de un olor que nos hace retroceder unos años en el tiempo.

            La labor más delicada  es el bañado, pues se necesita maestría para que el aspecto y acabado dé el broche final, como si de un fino bordado se tratara; esto hará que cause una buena impresión sólo por su llamativo aspecto, aunque luego sea su paladar el que nos conquiste por su finura y sabor.

            Pocas son las casas en donde por estos días de Pascua no se encuentren estos dulces, para agasajar a propios y  visitantes; en estas fechas, donde la vigilia invita a tomar estos sabrosos dulces. Aunque las ciegas, se pueden considerar las reinas de los dulces, en Vallelado, también se elaboran con igual maestría: bollos de azúcar, turcos, pastas de yema, rosquillas de palo, siempre a partir de productos naturales,  y de forma artesanal, como se ha hecho desde antiguo.

Cualquiera que quiera comprobar y degustar estos dulces puede pasarse por aquí; seguro que su paladar se lo agradecerá.

 


Bienvenidos a Vallelado (Segovia)


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